eXpedición María, La Gorda (Cuba)

Cuba (María, La Gorda), Abril de 2013

La selva, la playa, el mar; corales creciendo hasta la orilla. Un poco más adentro, un gran arrecife con una gran pared que parece no terminar nunca de caer; y más allá: el azul profundo.
En medio de todo esto, un grupo pequeño de humanos con un único propósito: bucear; así es María La Gorda.
Al final de cada túnel, de cada pasaje, cada vez que nos internamos en alguna grieta nunca sabemos con qué nos vamos a encontrar; sus paisajes son tan misteriosos como la vida misma.
Cada nuevo buceo es la continuación del anterior, es como si despertáramos de un sueño y lo pudiéramos retomar en el punto y momento exacto en que lo dejamos.
La Naturaleza ha trabajado durante miles de años para ofrecernos este santuario, un lugar de descanso y paz para el alma; un lugar para encontrarnos y descender a lo más profundo de nosotros mismos, un lugar para celebrar la vida.
María La Gorda fue mi primer lugar de buceo, si bien mi primera inmersión la hice en La Habana, fue aquí donde comencé a bucear, donde me encontré con el Mar; esta experiencia cambiaría mi vida para siempre.
Si cuando me iba por primera vez alguien me hubiera dicho, me hubiera asegurado que iba a regresar, le hubiera dicho que sí, le hubiera creído.
Pero, si alguien me hubiera dicho que allí había terminado una etapa de mi vida y que había comenzado una nueva, una totalmente diferente y que iba a ser tan diferente que un día iba a regresar y que sería para pintar bajo el mar; creo que la respuesta hubiera sido la misma que están pensando. Sin embargo, la respuesta es otra y está aquí, frente a sus ojos. Posiblemente, igual que a ustedes, a veces me cuesta creerlo.

FOTOS

OBRAS

VIDEOS

0 results